Adquirir un auto es una decisión importante debido a la gran inversión de dinero que se hace de forma inmediata para tener el auto, y también por los valores que de manera anual se deberán asumir entre documentos, seguros, repuestos, etc. En la relación costo beneficio, muchas personas buscan un auto de segunda pero de un modelo reciente para que no se devalúe mucho al momento de quererlo vender y para que no tenga demasiados problemas mecánicos por tener muchos kilómetros u otros asuntos. Por lo mismo, otra opción es comprar un auto nuevo, de concesionario. De esta manera, las preocupaciones por daños, repuestos o cualquier cosa que pueda presentar el auto por estar usado, se desvanecen y crece el optimismo por la facilidad de vender el auto en un tiempo.

Sin embargo, la inversión de un carro nuevo es muy grande y no muchas personas pueden acceder a ello. De hecho, con el tiempo se ha evidenciado que cada vez se venden menos autos 0km.

Desde 2015 es ascendente la cifra de autos que se quedan en stock pues no se venden, pero en particular durante el 2018, la cifra ha crecido y está generando preocupación en los concesionarios. La explicación que se da para el fenómeno es la subida del dólar, lo que hizo que los precios de todos los autos, incluidos los de gama baja, aumentaran de manera drástica y hoy se hable de que no es posible encontrar un auto nuevo por menos de $10.000 dólares.

Los concesionarios están en alerta ya que el hecho de que no se vendan muchos autos hace que se deba invertir más en el mantenimiento de los mismos dentro de las instalaciones, por lo que sus gastos aumentan y sus ganancias disminuyen, lo que los lleva a que tampoco puedan hacer descuentos o promociones en ciertos autos pues no sería sostenible. Es un círculo vicioso que cada año se está presentando y que cada vez tiene números más altos en la reducción de compra de autos, como lo hemos venido comentando, la situación actual del mercado automotor es que cada vez se venden menos autos 0km.

Otro de los factores que parece sumarse a esta abstención de comprar autos nuevos es la dificultad de encontrar buen financiamiento bancario debido a las altas tasas de interés que no seducen a los posibles compradores quienes además tienen que enfrentarse a los altos precios de hoy.

Así pues, el momento actual no es el más favorable para adquirir auto nuevo ya que las circunstancias internacionales y locales hacen adverso el panorama. Sin embargo, el precio del dólar es cambiante y las autoridades y los concesionarios esperan que pronto se acomode de nuevo el mercado general de los autos y que los precios puedan volver a ser más asequibles para los ciudadanos y así no volver a sentir que cada vez se venden menos autos 0km.