Precios de millones y millones de dólares y cada vez mayor potencia de los motores hace que los superautos hagan temblar a los equipos de competición por las velocidades máximas alcanzadas.

Un superauto es un vehículo que pertenece a la gama superior por tenerse en cuenta ciertas peculiaridades en conjunto.

Las características que hacen la diferencia son sus caballos de fuerza, comodidades y tecnología que nos asombra a diario al sobresalir de entre los mejores.

Año tras año, modelo tras modelo, ciertas marcas distinguidas son las creadoras de autos de alta gama. Sacan al mercado un nuevo modelo o una versión mejorada que supera a los ya existentes en especificaciones, tecnología innovadora y rendimiento.

Los superautos son todos estos autos como ya dijimos que nos asombran. 

Aquellos pocos que se destacan de entre los superautos se denominan hiperautos, que sólo engloba el 1% del total de estos fascinantes coches.

Por lo tanto podemos decir que todos los hiperautos pertenecen a la categoría de superauto, pero dentro de los superautos sólo un pequeño número pertenece a la categoría hiperauto. Parece un trabalenguas, pero es bastante fácil de entender.

Ahora bien, ¿qué diferencias hay entre unos y otros?

Superauto: a esta categoría pertenecen todos los autos que cuenten con las cuatro cualidades que son rendimiento, precio, diseño y tecnología. Pueden no tener las cuatro al tope pero al menos tres estar presentes.

Muchos deben pensar que un Corvette Stingrey es parte de la maravillosa lista de los hiperautos pero en realidad no lo es debido a su bajo costo ya que su precio es de tan solo unos US$ 80.000 aproximadamente.

Un Ferrari 458, lamentablemente, tampoco pertenece a la lista VIP de hiperauto por no contar con la maravillosa tecnología de los 1.200 caballos de fuerza que sí tiene por ejemplo el hiperauto Bugatti Veyron en su versión súper sport.

Algunos ejemplos de coches que pertenecen a esta categoría son el Ariel Atom V8, Lamborghini huracán y el Porsche GT3.

Hiperauto: debe contar con absolutamente todas las propiedades de los superautos al máximo. Para lograrlo es preciso que esté más allá del rendimiento óptimo, su tecnología sea de avanzada, obviamente los precios tienen que ser extremadamente costosos y su diseño totalmente exclusivo.

Con motivo que los superautos se suelen superar unos a otros en tiempos muy acelerados, los parámetros de medición para pertenecer a la lista de hiperautos son cada vez más estrictos, seguidos y se modifican a corto plazo. Por lo que puede que un año un modelo sea considerado en la categoría máxima pero al siguiente decaiga a la posición de superauto por el avance de los nuevos modelos y sus atributos que innovan y se mejoran rápidamente.

Algunos ejemplos de esta codiciada categoría son el McLaren P1, Porsche 918 y La Ferrari ya que cuentan los tres con unos mil caballos de fuerza y con precios por arriba del millón de dólares además de otros atributos muy preciados.