La fatiga al volante se produce cuando el conductor no puede mantenerse alerta y atento mientras conduce. Puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo la falta de sueño, conducir durante largas horas sin descanso, conducir en condiciones climáticas adversas, y la monotonía de la conducción en una autopista. Los síntomas de la fatiga al volante pueden incluir la dificultad para mantener los ojos abiertos, la falta de concentración, la reducción de los reflejos, y la somnolencia.

Los conductores que experimentan fatiga al volante pueden ser un peligro para sí mismos y para otros en la carretera. Los estudios han demostrado que la fatiga al volante puede tener efectos similares a los del alcohol en el cuerpo del conductor, lo que aumenta el riesgo de accidentes automovilísticos. Por ejemplo, los conductores que han estado despiertos durante más de 18 horas tienen un rendimiento de conducción similar al de alguien con una tasa de alcohol en sangre de 0,05%.

Por lo tanto, es fundamental que los conductores tomen medidas para prevenir la fatiga al volante. Una forma importante de hacerlo es tomar descansos regulares durante el viaje. Los expertos recomiendan que los conductores descansen al menos 15 minutos por cada 2 horas de conducción. Si se planea un viaje largo, se debe planificar una parada para descansar y estirar las piernas cada 2 horas.

Es importante tener en cuenta que descansar no significa simplemente detenerse en una estación de servicio y tomar un café rápido. Los conductores deben tomarse el tiempo para estirar las piernas, caminar un poco, y hacer algunos ejercicios de estiramiento para mantener su cuerpo en movimiento y aumentar la circulación sanguínea. También es importante tomar un descanso de 15 minutos cada vez que se sienta fatigado o somnoliento, incluso si no ha pasado el tiempo recomendado.